Faltan unos meses para que se cumplan veinte años del inicio de un insólito acontecimiento, un experimento en el que participé sin ser consciente hasta mucho tiempo después. De la misma manera, desconozco cuantos implicados han advertido similar estado de amnesia.
Una parte de la inesperada prueba consistía en almacenar en la memoria un profuso conjunto de datos desordenados que se corresponderían con una serie de situaciones anunciadas y eventos expuestos en dos o tres casi interminables sesiones en las que se comunicaba oralmente dicha miscelánea. Es sumamente difícil recordar tan ingente cantidad de información. Una de las consecuencias del desbordamiento de la memoria activa (MCP) es una posible amnesia ahorrativa y/o bien una transferencia directa a la memoria secundaria (MLP). Otro efecto psicológico derivado del experimento consiste en que este inmenso cúmulo de datos almacenados inconscientemente no es procesado ni interpretado a priori, sino que la información retenida emerge de modo secuencial cuando se produce cada uno de los hechos anticipados. Se provoca entonces un déjà vu inducido resultante de la concurrencia de aquellos datos extraviados con las circunstancias anunciadas previamente.
¿Sería posible instruir verbalmente a una persona en tan solo una o dos sesiones de vasta duración para que reproduzca con plena exactitud determinada secuencia de acciones al hallar todas las circunstancias anticipadas con lustros o décadas de antelación? ¿Podría alguien, con las mismas condiciones planteadas, reproducir por escrito una extensa obra expresada previamente por otro sujeto redactándola con la misma fidelidad? La respuesta es afirmativa.
sábado, 3 de agosto de 2024
Dos décadas de un sorprendente experimento
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