martes, 9 de junio de 2009

Al revés

Insisto en la necesidad de forzar un descenso en el precio de los inmuebles para impulsar el consumo de los demás artículos y superar el hipotético estancamiento de los circuitos económicos. Resultan inapropiadas las falaces promesas políticas que venden una irresponsable reducción de impuestos. ¿Cuál es la utilidad efectiva de esta medida barata? ¿Cuál es el leve porcentaje que prometen descontarnos? ¿Consecuencias?

Por el contrario, puede aconsejarse un pequeño incremento fiscal para financiar vivienda pública más asequible, logrando así la corrección de este desajuste económico que castiga la demanda de determinadas mercancías que no encuentran salida en un mercado caracterizado por una capacidad de compra demasiado restringida.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Este incremento fiscal sería aplicado por ejemplo a los medicamentos? que se ha demostrado que no les afectaría a los mas pobres porque ellos reciben los medicamentos del gobierno.

My academic experiments dijo...

Ya que realizamos una proposición desde una óptica social, lo que respecta a la materia sanitaria atiende a la categorización de las necesidades, por lo que el objeto sobre el que recae el impuesto puede exceptuarse o no, según la repercusión de una hipotética alteración en su importe y las circunstancias de los destinatarios.