miércoles, 12 de abril de 2023
La acusación por discurso de odio, un instrumento de guerra jurídica
martes, 21 de marzo de 2023
La ley de Godwin
El presidente Pedro Sánchez no ha dudado en recurrir una vez más a esta poco ingeniosa argucia para eludir las argumentadas críticas del profesor Ramón Tamames en la moción de censura. El jefe del Ejecutivo —y de todos los demás poderes del Estado— intenta descalificar a sus rivales recriminando el carácter conspirativo de la «extrema derecha» en contra de su Gobierno. Por suerte el veterano Tamames no se deja intimidar por el abusivo Sánchez y mantiene con firmeza su labor para salvar España del caos político, social y económico que viene padeciendo con la gestión actual.
jueves, 17 de marzo de 2022
La quimera democrática en España
lunes, 22 de marzo de 2021
Síndrome adámico
El trastorno victimista de la izquierda invalida sus argumentos al eludir su propia responsabilidad. No importa la causa real de un hecho, la culpa siempre es del otro. Esta es una de las máximas más comunes entre los políticos, quienes revelan con ello el más recalcitrante síndrome adámico. Incluso cuando el daño ha sido causado por uno mismo, la infracción debe ser atribuida al adversario, evitando que la crítica recaiga sobre el auténtico autor. Se trata de rentabilizar el perjuicio. Por muy inmoral que parezca, resulta una táctica efectiva.
viernes, 19 de marzo de 2021
Nihilismo político
lunes, 14 de diciembre de 2020
Intereses detrás de la inmigración
La migración masiva hacia los países occidentales, lejos de cesar, sufre un considerable incremento debido a ocultos intereses políticos y económicos tanto en los países de origen que propician esta catástrofe humanitaria, como en los de acogida. Para los territorios de salida esta afluencia supone un modo de evitar el colapso poblacional y social, a la vez que se favorece la entrada de divisas provenientes de aquellos emigrantes que han logrado obtener unos ingresos económicos. Con esta partida multitudinaria los gobiernos eluden así sus responsabilidades dada la absoluta ineptitud para asumir las obligaciones con sus habitantes, cuyas necesidades serán cubiertas por los estados de acogida. Mientras que para los países de llegada la única ventaja es exclusiva de la clase política que ampara este tráfico de personas, de ciertas organizaciones no gubernamentales y algunos empresarios que pueden optar a una mano de obra barata.